sábado, 19 de abril de 2008

Navidad accidentada.

Estaba en Cabildo, entre Monroe y Juramento. Era de noche, hacía frío y estaba lleno de pungas, así que decidí irme. El problema era que no podía cruzar la calle porque los autos no paraban de pasar.En algún momento lo logré y cuando llegué al otro lado había mucha gente celebrando "La Navidad Twitter". Sí, en invierno (?). No entiendo muy bien en qué consistían los festejos pero yo me estaba armando una "cama homeless", que consistía en muchas sábanas arriba de una mesa de plástico blanca, y una estufa adentro de esos cestos de basura naranja.Charlaba con alguien, mirábamos fotos de vacaciones y de pronto chocó un auto enfrente nuestro. Y atrás otro. Y otro. Unos diez choques en cadena. Mi cama homeless estaba al borde de la calle, y en ese momento vi como todos se horrorizaban porque tres de los autos chocados me golpeaban en la cabeza. Uno decía "anoten eso para el blog de accidentes".Después pasaba a una sala de hospital y un médico me mostraba una placa del primer choque. "¿Ves? Esto te provocó sólo un desmayo", dijo. Con miedo de haberme muerto, pregunté: "claro, pero fueron tres golpes en la cabeza, ¿con los otros qué pasó?". El médico se encogió de hombros y desperté.
Autor: Faco
Seguí a Faco en Twitter: www.twitter.conm/elfaco

viernes, 18 de abril de 2008

Condorito.

Estoy en la que era la pieza de mi abuela, pero el lugar no luce igual. Tengo mucho miedo. Un miedo más a lo sobrenatural que a lo real. Estoy metida en la cama tapada con varias colchas. Pienso “los fantasmas del holocausto”. En pánico, me meto debajo de las sabanas en posición fetal. Siento que los fantasmas me acechan. Debajo de las sabanas encuentro un ejemplar de la revista “Condorito”. Ojeo las historietas para olvidar que me están acechando los espíritus.
17/04/2008

miércoles, 16 de abril de 2008

Malambo.

Estoy en una versión deformada de mi departamento. Me echan de cada habitación a la que entro, de modo que cada vez que paso a la contigua tengo que irme a otra como un demencial circulo vicioso. Finalmente, acaban por echarme de mi casa. Ahora estoy en la escalera. No estoy desnuda pero la situación es un “en Pampa y la vía” materializado a tal punto que el vecino de abajo me da un camisón para que me lo ponga. Es un vestido blanco de estilo marinero y con bolados en el dobladillo. Es como aquellos que usaban las niñas pequeñas en los años 30 más o menos. Otro vecino me da una mochila con florcitas. Cuando estoy abriendo la puerta de la calle, entra por ella una ex compañera de la primaria que me dice que esa mochila es suya y que no me la puedo llevar. Me embarga una sensación de vacío: me están sacando lo único que tengo en este momento. Finalmente, me da una mochila celeste a cuadrille (nota: esta mochila si existe realmente y la use durante un tiempo en la primaria). Es de noche y hace mucho frio. De pronto, estoy en un aula de mi colegio. La preceptora me da mi libreta y me dice “Es el primer año que terminas tranquila”, haciendo referencia a que no había faltado demasiado a clase. Unas compañeras están haciendo apuestas. El juego consiste en elegir una palabra, si nadie la puede adivinar la persona se declara ganadora y gana el dinero de la apuesta. Decido jugar ya que solo tengo 5 pesos y tengo que volver a mi casa en remis o colectivo puesto que el colegio queda en Bernal, a varios kilómetros de mi casa. Me piden que elija una palabra de 10 letras. Pienso: “MALAMBO tiene 9 y es difícil”. Una compañera me dice que si nadie adivina voy a ganar $2. Pienso en que tengo que preguntarle a una compañera en particular por donde pasa la línea 266 de colectivos (nota: esta ex compañera se tomaba para ir a su casa luego del colegio el 266).

[NOTA: la aparición de la palabra “malambo” es muy llamativa puesto que es una de las palabras que mi hermana pronuncio mientras dormía en Paris. Al ser una palabra poco usual es una anécdota que, junto a otras frases, ya roza lo mítico].
16/040/2008

martes, 15 de abril de 2008

Nessie es gallego.

Estoy en la casa del novio de mi tía. Estoy sentada en una cama enorme mirando mi notebook que está apoyada en una silla. Miro una especie de documental con “monstruos marinos” letales. Hablan de una especie de calamar gigante que presuntamente vive en las aguas frías de Europa. Aparece una especie de ilustración en carboncillo. Es enorme y rechoncho pero tiene cabeza de dragón. Suspiro aliviada: nunca me lo voy a encontrar. Al instante, empiezo a asustarme. Por la descripción dada, puede que viva en las rías de Galicia. Se aparece una ilustración en carboncillo donde yo me estoy bañando en la ría con la mar alta y por debajo pasa el animal inmundo acechándome (nota: fui muchas veces a la playa en Galicia pero jamás me bañe en la ría. Tal vez por eso sea una ilustración lo que se evoca y no una imagen). No tengo el suficiente tiempo para asustarme, ya que a continuación le dedican un párrafo a parte a los grelos. Los definen como pequeños asesinos insaciables, como pirañas encarnizadas. Ahora si tengo la certeza de que en Galicia jamás estaré a salvo. Se materializa un dibujo en carboncillo en el que tengo que pasar por un callejoncito que arriba tiene un pequeño puente y donde el piso está lleno de agua (nota: en este momento me recuerda a la escena en que el personaje de “El Aprendiz” huye en bicicleta).
15/04/2008

lunes, 14 de abril de 2008

Rebelde Way.

El concepto del sueño parece ser el de una tira adolescente de Cris Morena en clave de tragicomedia. Vivo en una especie de institución. No sabría decir si es un colegio o un orfanato. Solo sé que mi habitación es en una especie de altillo de una casa vieja y en estado deplorable. Duermo solo allí pero soy amiga del chico al que le ha tocado dormir en el sótano. Al lado de la escalera que sube hacia el altillo hay como una especie de foso interno poco profundo lleno de bártulos inservibles. Me obsesiona saber que hay ahí. Me meto dentro de esta especie de cantero gigante y encuentro ramas y una especie de aparato despedazado. Encuentro algo que me llama la atención: una especie de lupa enorme. Cuando estoy por agarrarla con una pinza alguien se mete dentro del cantero. Quiero simular: no quiero que me arrebaten la lupa. Finalmente, la lupa resulta ser un farol de moto destrozado. Ahora no duermo sola en el altillo si no que tengo dos compañeras más de cuarto. Se produce una laguna. El sueño continua pero ahora la casona luce arreglada y han puesto una pared donde el cantero. Me apeno porque eso quiere decir que voy a ver menos a mi amigo del sótano. De pronto, estoy en un auto que va a alta velocidad dentro de una propiedad. Se ha metido en una quinta y la gente que estaba dentro huye temiendo ser atropellada. No soy yo quien conduce, es Viviana Canosa. De hecho, ni siquiera estoy dentro del auto porque estoy fuera corriendo por mi vida. La situación se disuelve. Estoy echada sobre un montículo dentro de la quinta con otras personas. Una mujer de mediana edad dice que considera que es hora de que sepamos la verdad. Estamos en un ático sentados en un sofá frente a una notebook. La mujer empieza a reproducir un video y dice que Viviana Canosa nos quiera matar hace tiempo. Que el aparato destrozado que estaba en el foso era una bomba que ella había puesto. En la pantalla de la notebook aparece un castor de animación. Como en una película, el tiempo se divide en dos. En una primera opción, el castor dice varias cosas pero decido marcharme y no escucharlo. En una segunda opción decido quedarme para ver que tiene para decirme el castor. Cuando oigo lo que ha dicho llego a la conclusión de que es información vital y que no se que hubiera pasado de no haberla escuchado.
14/04/2008

domingo, 13 de abril de 2008

Shock!

La escena siguiente escena es un fragmento de un sueño mas largo del cual puedo recordar poco y nada. Sin embargo, tengo la certeza de que nada tiene que ver con esta escena puntual.
Es el programa de TV “Hola, Susana”. Susana Giménez esta en el living con la salvedad de que ella está sentada en el lugar del invitado y que es ella la entrevistada. El hombre le pregunta: “¿Cómo haces para lucir tan bella?”, haciendo una referencia implícita a las tantas cirugías estéticas. Y ella contesta: “Es las progestelona”. El entrevistador dice: “Progesterona”. Y ella vuelve a repetir: “Progestelona”. El entrevistador arremete: “Se dice progesterona”. Y ella dice, finalmente: “Ah, bueno. Eso. Eso”.
13/04/2008

sábado, 12 de abril de 2008

El laberinto del Minoperro.

Soñé que jugaba con Lola -mi perra beagle- y la perseguía por mi casa,que no era la casita en la que vivo actualmente sino una casa chorizoenorme, laberíntica y vieja pero aún así estaba buena. La casa estaballena de pasadizos ocultos, trampas y fantasmas, pero la perra parecíaconocerlos a todos y las formas de esquivarlos y sortear cualquierobstáculo. Cada vez se me hacía más difícil seguirla porque se ibahaciendo más pequeña y escurridiza hasta llegar al tamaño de una ratagrande. En ese momento sólo podía guiarme por los sonidos de sus uñasal rasgar el crujiente suelo de madera. De repente al caer en una delas trampas me encuentro encerrado en una habitación minúscula yoscura con una terrible sensación de claustrofobia y entonces es ella(Lola) quien rasca las paredes para rescatarme. No puedo hacer más quealentarla con silbidos y llamados ya que el poco espacio del quedispongo no permite movimiento alguno.Finalmente despierto -a las 3 AM, carajo mierda- y la desgraciada estátratando de excavar una entrada a la casa a través de la puerta delpatio (este párrafo final no es soñado, por si hace falta laaclaración).
Autor: alllwars
Segui a alllwars en Twitter: www.twitter.com/alllwars

Una de espectros.

Recuerdo un sueño que evidentemente ha empezado hace rato. Estoy en un departamento espacioso en el que parezco vivir con más gente. Tengo una sensación extraña, la que se tiene cuando se intuye o se tiene la certeza de que una calamidad se acerca. Camino por el departamento que esta a media luz. Abro el refrigerador y pongo dentro milanesas de soja. Al hacerlo pienso en un hombre que se materializa en ese lugar como si los pensamientos se volvieran tangibles. A continuación, una serie de pensamientos pasan como una ráfaga por mi mente. No entiendo las palabras que los representan pero comprendo su significado: “Dejo esta señal para que el sepa que me resigne y pase lo que pase mi alma estará en paz”.
La cocina del departamento se disuelve. Ahora estoy en un hospital. En el área de habitaciones. Las paredes son de un color amarillo huevo espantoso, son las paredes sucias de la facultad pero estoy segura que estoy en un hospital. Hablo con alguien, supongo que un médico, que me explica lo que va a suceder. No le prestó mucha atención, ya me lo han explicado antes. Me acerco junto al médico a la puerta de una habitación. Nos asomamos a una pequeña ventana en la parte superior: es una habitación grande en cuyo perímetro están colocadas al menos unas 12 camas de modo que todas las personas recostadas en ellas miran hacia el centro. Entro en la habitación. Por la sensación corporal, me parece que llevo una bata de hospital al igual que los otros habitantes de la habitación. Lo que sucede a continuación, no solo me perturba sino que también me sorprende: las personas se dividen en dos grupos que se colocan uno frente a otro en el medio de la habitación. Yo estoy dentro de uno de los grupos. A continuación, un miembro del grupo contrario toma del brazo a uno de mi grupo y lo hace cruzar la línea imaginaria que divide a la habitación en dos llevándolo hacia sí. En ese momento se empiezan a acelerar mis pulsaciones. Está atravesando el umbral que separa a los vivos de los muertos. Tengo que lograr que ninguno de los del otro grupo me lleve hacia el otro lado: ¡no quiero morir! A continuación, uno de los de mi grupo, el de los “vivos” toma el brazo de uno de los del otro grupo y lo atrae hacia nuestro lado de la habitación. Mientras el hombre avanza, una especie de espectro fantasmagórico gris lo toma de los hombros pero cuando cruza la línea imaginaria lo suelta y lo deja ir. Todos están en un estado de trance: nadie se sorprende o inmuta. Los ojos de todos ellos parecen vacios. No tengo idea de que hago formando parte de este experimento. Tal vez, estoy exponiendo mi vida para atraer hacia mí a alguna persona querida que ha muerto. Trato de ver los rostros de las personas del grupo que esta frente mía pero no puedo reconocer cara alguna: miro sin mirar. Seguramente, también estoy en trance. O tal vez, he ido ahí para pasar yo al otro lado. Pero, ¿por qué razón lo haría? No lo sé. Sólo me quedo ahí parada en medio de ese extraño ritual (nota: paradójicamente, en esta parte del sueño no lo relaciono con la parte anterior donde se que algo va a sucederme a pesar de la evidente relación). La escena se disuelve. Parece que estoy en el mismo hospital porque sigo con la bata y las paredes son las mismas: amarillas huevo y sucias. Estoy sentada sola en una habitación casi vacía: solo una pequeña mesa y una silla en la que he tomado asiento. Estoy haciéndome una audiometría. Tengo que levantar la mano cuando escuche el sonido. Pero hace unos minutos que estoy aquí y no escucho ningún sonido. No oigo.
12/04/2008

viernes, 11 de abril de 2008

V de vendetta.

Estoy en la facultad. En el Hall de Independencia para ser más exacta. Estoy haciendo una cola para un trámite en una ventanilla. De pronto, el clima de la situación se vuelve belicoso. Alguien me quiere hacer daño por alguna razón que parezco conocer aunque no aparece en el sueño. Lo único que reconozco es que yo no soy la culpable del hecho sino Jessica Simpson que está detrás de mí en la cola y que parece ser mi amiga. Me doy vuelta para mirarla. Lleva una blusa de seda con un estampado de animal print de cebra. Esta muy arreglada para estar en un lugar como la facultad. De pronto, llega a ese lugar la alumna que quiere pegarme. Jessica Simpson se desvaneció. No quiero que me peguen ni me hagan daño así que tengo que pensar en algo para solucionar esto. Me da igual lo que le pase a Jessica: solo quiero que no me peguen. Cuando la situación llega a un punto máximo de tensión, empiezo a decirle que si ejerce violencia física contra mí dentro de la facultad la van a echar. Recito todo con mucha seguridad como si fuera una ley dentro del reglamento de la facultad. La persona desiste en su intento. No fue difícil: en definitiva, yo solo era un agregado en su venganza.

11/04/2008

Módulo de procesamientos.

Estoy en una gran carpa blanca en el medio de una ciudad que definitivamente no es Buenos Aires. Por las construcciones y las calles (incluso por el clima) diría que estoy en la parte vieja de alguna ciudad de España o Italia. El ambiente es un poco tenso. Infiero que se trata de alguna especie de iniciación en algún curso, estudio o grupo. El problema parece ser que hay pocas vacantes y que debo realizar una serie de trámites o pruebas para poder pertenecer. Salgo corriendo de la carpa. Corro por las calles de aquella ciudad. No sé bien lo que tengo que hacer. Me doy cuenta finalmente, que no lo sé porque yo solo soy una observadora dentro de otra persona. Como si fuera una parte de su mente que no recibe toda la información que esta mujer maneja. La mujer corre y hace varias cosas, yo solo observo incrédula. De pronto, algo de información llega: “Tengo que encontrar una librería”, resuena en la cabeza de la mujer. ¡Yo recuerdo donde hay una: acabamos de pasar por una y como iba mirando el paisaje la vi! Guío con palabras a la mujer, pero me equivoco de calle. La mujer mira el lugar y piensa en que se perdió y que es un mal momento para hacer ello. Le digo “Es una calle hacía atrás” y pienso que va a pensar que esta parte de su mente no funciona. Me apena mucho no haber sido lo necesariamente eficiente (nota: probablemente, esta parte del sueño se relacione con un libro de la facultad que no logro conseguir y con el estudios de módulos de procesamiento de la materia Neuropsicología). Estoy de vuelta en la carpa. Estoy jugando a una especie de juego con otra persona. Ahora soy una parte más integral de la mujer. Se podría decir que soy yo misma. Es una especie de memo test pero con dibujos, colores y nombres, tal vez de animales. El juego luce como él un juego de niños pero es mucho más complicado. Parece ser una especie de test de inteligencia, sobre todo porque estoy muy tensa y realmente quiero ganar. Pienso que ya lo tengo en la palma de mi mano pero algo sucede. El juego aun no termina. De pronto, cambia el clima de la situación: el juego es relajado. No me importa ganar o perder, solo divertirme. Ahora el juego incluye un paso en el que hay que romper un huevo y ver su contenido. Alguien rompe un huevo y de dentro de este sale una especie de conglomerado de yemas: son unas siete u ocho. Nadie parece sorprenderse demasiado. El resto del grupo que parece estar compuesto por amigos de Desagradable quiere seguir jugando pero expreso que para hacerlo tendría que comprar unos diez huevos y que están caros (nota: probablemente tenga que ver con que olvide comprar huevos el día de ayer). Luego, no sé porque razón estoy con este grupo de gente en el comedor de mi casa y les muestro un video con la canción del Chiki-chiki en mi notebook. No puedo recordar que es lo que les digo.

11/04/2008

Disociación.

Voy caminando por un barrio que parece ser el de mi abuela. Entro en una casa que parece ser la de una ex compañera de colegio. Dentro hay un chico con el que me pongo a hablar. Luego, estoy sentada en el comedor con la familia que es muy parecida a la de mi ex compañera sobre todo porque me preguntan demasiadas cosas sobre mi vida personal como la de ella. Estoy de vuelta en la casa de mi abuela. En la casa de al lado han construido un enorme paredón excesivamente alto. Pienso: “Nos quieren separar”. En ese momento dejo de ser esa persona que era y paso a ser yo misma. En cierto modo, me disocio y ese personaje del comienzo pasan a ser dos en el sueño: yo y otra chica (nota: parece ser que el “Nos quieren separar” no es algo romántico si no mas viene una advertencia de lo que viene, una separación física: una ahora son dos). La otra chica es especial y por eso la mantienen aislada del mundo. La mantienen dentro de la casa por su propia seguridad. Ahora estoy dentro de la casa. Llaman a la puerta. La abro y del otro lado esta Gandalf que pregunta donde está la chica. Vamos al fondo de la casa donde hay una especie de cueva. Ella tiene una expresión de miedo, no comprende que pasa. Gandalf dice: “Indudablemente es una (…)”. Escucho fonemas extraños pero no puedo determinar ni comprender que dijo. LA chica se llama Marion. Gandalf le da la bienvenida a una especie de nuevo mundo para ella, a una nueva forma de vida. Le coloca un pañuelo en la cabeza en forma de vincha. El pañuelo es hermoso, blanco perlado. Marion pregunta tímida que es y Gandalf le contesta: “Seda de pato”. También le cuelga un collar muy raro hecho con lo que parece ser paja y vegetación. Lleva varios elementos rituales. Todos son de un estilo tribal menos el pañuelo de la cabeza.
10/04/2008
#1
Mi ex estaba en mi casa hablando en la sala conmigo y mi hermano. Sentado en un sofá miraba fotos nuestras en una laptop y yo lo miraba a él desde otro sofá. Se sonreía, estaba feliz, risueño como nunca lo vi en la vida real. Después de un rato se hizo de noche y se tenía que ir. Andaba en pantalones cortos y camiseta, como se vestía en los fines de semana. Yo lo acompañé a la puerta. Había muchas cucarachas en el piso; eran grandes, me caminaban por encima del pie descalzo y yo trataba de pisarlas, pero se me aglomeraban en el pie, así que las trataba de sacudir o patear. Mi ex ni se inmutaba y seguía despidiéndose ya de lejos, al otro lado de la marquesina.
#2
La esposa del coach de Friday Night Lights estaba en una reunión de staff de la campaña de reelección de la alcaldesa del pueblo. La alcaldesa le comenta algo sobre su ropa y ella, ante todo el mundo, cuenta la cifra exacta del sueldo de la misma. alcaldesa-"May I have a word with you in privatte?"Van a otra oficina, hablan un rato, y la alcaldesa la despide. Ya afuera de la oficina un viejito se le acerca y le dice:-"She is so sweet...if she would spit in your eye, the next day it would turn to sugar."
Autor: tangomana
Segui a tangomana en Twitter: www.twitter.com/tangomana

martes, 8 de abril de 2008

Winning medieval.

La escena que se desarrolla es bastante extraña. Yo la veo como si fuera un ente, lo que se dice “narrador omnipresente”. Es un campo de futbol pero la imagen es de la calidad de un videojuego. Es como un enorme Winning Eleven con la salvedad que los jugadores están vestidos como si fueran de las cruzadasl. Llevan lanzas y cota de malla. Por encima, unos tienen una especie de tunica blanca con una cruz azul y otros con una cruz roja. No estoy segura si hay una pelota o si realmente de haberla la patean pero pienso que debe ser molesto jugar asi vestido y con una lanza en la mano. Hay un arbitro que intenta que los jugadores de ambos equipos no se maten. En un momento, se arremolinan todos los jugadores en el medio del campo. No luchan sino que estan todos juntos haciendo presion como en una especie de scrum pero de pie. Son mucho mas que veintidos: son como cincuenta. De pronto, se materializan los escudos de cada equipo. El del equipo rojo es una bandera de Inglaterra pero yo lo veo y pienso: “El Real Madrid” (cuyo escudo ni siquiera lleva rojo). El escudo del equipo azul es, primero, una bandera de Finlandia. A su lado dice: “MARY MARY”. Pienso: “El Chelsea” y el escudo cambia y toma una forma mas similar al escudo real del Chelsea.
8/04/2008

lunes, 7 de abril de 2008

Pero no me cuentes el final...

Estoy en un complejo de edificios que queda a un kilometro de mi casa. La zona es peor en el sueño de lo que en realidad es. Estoy en casa de alguien y por alguna extraña razón no aguanto más y tengo que salir. Digo que voy a dar una vuelta y que volveré en un rato. Salgo caminando y voy por la vereda del complejo. Son aproximadamente las 5 de la tarde. Paso por al lado de una mujer, a los metros ella se detiene y me pregunta si soy yo. Dice que ella es la madre de una ex compañera del colegio (Nota: efectivamente, una ex compañera vive en esos edificios pero la mujer no es su madre sino que tiene un aspecto diferente). Me dice que la acompañe. Entró a una casa y luego vuelvo a salir. Sigo caminando. El lugar está bastante descampado. Llego a una especie de kiosco/remisería que carece casi totalmente de amueblamiento. De pronto, soy Dexter. Estoy en una reunión de traficantes. Me he infiltrado para observar a mis próximas víctimas de más cerca. Es una reunión donde se decidirán responsabilidades importantes en el negocio ilícito. Varios me nominan a mí para ocupar un “cargo en ascenso” pero dicen otro nombre en lugar del mío. Debo haber inventado otra identidad. Sin embargo, uno de los últimos hombres me nomina a mi pero si pronuncia mi nombre: “Dexter”. Todos se miran desorientados y el hombre se excusa diciendo que como me conoce hace tiempo, quiso decir “el nombre de mi noviecita del secundario para que a mí me haga gracia”. Los demás parecen contentarse con esa explicación. A mí no me altera que me haya descubierto. La idea en mi cabeza es que es alguien que me conoce pero que no representa un problema para mí. Soy nuevamente yo. Salgo de ese lugar y veo que está cayendo la noche. Está oscureciendo y tengo que llegar a la casa de la que salí en primera instancia. Pienso en que voy a llegar tarde, que es peligroso. Que ya deben estar preocupados porque no regrese aún. Soy Dexter otra vez, me he mudado a la casa de Rita (que es la casa de la que había salido al principio del sueño). Las cosas no marchan muy bien. Me preocupa saber si ya se ha dado cuenta que soy un psicópata, que soy tan frío. Ahora soy Rita, llaman por teléfono de la empresa de cable y pregunta porque en los últimos días hemos mirado tanto un canal. Pienso que esto resolverá el misterio de la extraña conducta de Dexter. El canal en cuestión explica cómo hacer un tapiz. Se materializa la imagen de un tapiz sin terminar con los colores indicados bastante difuminados: tiene el dibujo de unos pavos reales y otras aves exóticas. Otra imagen de un tapiz pero este parece solo manchado, no reconozco un dibujo definido. Pienso: “Esto es más extraño de lo que pensaba”. Vuelvo a ser yo misma. Estoy en una habitación leyendo una revista de historietas. ¡La historieta es un capitulo de Dexter! Alguien me dice que ese es el último de la primera temporada. “No lo sabía”. Dejo de leer y pienso que lo disfrutare más si lo veo en la tele.
7/04/2008

sábado, 5 de abril de 2008

Voy viajando en un colectivo lleno de gente sentada al fondo, por la ventanilla se ve un paisaje desértico, hay unos animales raro parecen monos gigantes se paran unos arriba de otros en torre. Le comento a mi vecino de asiento –“que curioso eso y cómo se habrán subido?”. Dicho esto los monos desarman la formación, paran el colectivo y suben! Vienen hacia mi, uno de ellos me da un lengüetazo en la oreja y se me quedan mirando, parece que tengo unas luces en la oreja tipo MODEM que se activan. Uno de ellos se agacha me mira a los ojos y me pregunta : “querés aprender un método terapéutico genial?” –si, claro ,digo . Y me bajo del bondi con ellos.
Les pregunto cuanto tiempo voy a estar afuera . Me responden 6 días.
Caminamos por la ciudad , ellos se meten por un agujero en la vereda, yo lo sigo pero noto que me queda estrecho, hago fuerza para bajar pero se complica, siento que me tiran del tobillo. Logro entrar en el pozo, es angosto, oscuro y no puedo respirar bien, con bastante esfuerzo logro bajar, hasta un lugar un poco más amplio, encuentro una puerta la abro, es un lindo lugar, claro, rodeado de un jardín, ya no son monos son personas, un hombre, una mujer y un muchacho joven, me dicen “al fin llegaste” .Les pregunto por el método terapéutico y me dicen, este sueño continuará.
Autor: LicMireya.
Seguí en Twitter a LicMireya: www.twitter.com/LicMireya

Tócala de nuevo, Mike

Me entero de casualidad de que Michael Jackson presenta un show en Capital. ¿En River? No. ¿En Vélez? Tampoco. ¿En dónde, entonces? En un sucucho de última categoría que se asemeja a un cine abandonado y que, para colmo, se llama ALMEJA's.Me da pena por Michael, pero igual saco las entradas. Siento pena por mí, porque las entradas cuestan $150 y en los tickets se lee: Michael Jackson - Show ACÚSTICO.Vuelvo a compadecerme de Michael: ya pasó el tiempo de imponentes escenografías, vestuarios over-the-top, coreografías marciales, deslumbrantes artificios. Nada de eso me espera: iré a ver a Michael tocando Billie Jean en una criolla.

P.d: Mi destino es más triste porque termino en un colegio/monasterio de La Plata jugando a una especie de tetris con rocas medievales (sic) que caen del cielo. El juego consiste en esquivarlas para no morir.
Autor: nat (ex circ en twitter)
Más de nat en: http://fotolog.com/trip_en_el_bocho

viernes, 4 de abril de 2008

Falsa acusación.

Estoy en lugar que desconozco. Es una especie de casona en el medio de un campo con una calle de tierra al costado. Alejada de toda civilización. En esa casa estamos mi padre, mi tía (la hermana de mi padre), mi pequeña prima y yo. Estamos celebrando alguna fecha pero no sé a ciencia cierta cuál es; sin embargo, tengo claro que no es una festividad de mi agrado, como la mayoría. De pronto, se me acusa de una falta grave. Mi estado de apatía me impide patalear y quejarme o tan siquiera evaluar de qué diablos me acusan. Mi tía me pregunta por qué hice “esa cruz” en su plato. Es ella quien parece ser la victima de la falta que me acusan. Le contesto que yo no fui y que de haber sido fue sin querer dado que no se a que “cruz” se refiere. Mi padre se mantiene ajeno. Soy castigado e insultada. Me vuelve a preguntar por la cruz en el plato y le digo que yo no hice nada. Se lleva mi celular por algún motivo. Luego, regresa y me pide perdón. Dice que reviso todos mis sms y que encontró uno que me mando mi prima con la cruz en cuestión que es un dibujito rarísimo en la pantalla. Soy liberada cual esclava, salgo corriendo de la casa decrepita y me voy andando en bicicleta por el camino de tierra (nota: no se andar en bicicleta y menos en camino de tierra).
Estoy en un lugar haciendo turismo. Estoy con una prima mi padre (nota: la mujer en cuestión es del círculo de mi tía del sueño anterior). Estamos en ciudad haciendo turismo. Probablemente, Roma. Pasamos en un vehículo por una plaza, bordeándola. Ella me cuenta que es el “Arco del Triunfo” el monumento del centro que es como un gran árbol sin hojas solo que en lugar de ramas en la copa se divide en dos enormes ramas del tamaño de troncos. Las ramas son agarrotadas. Me cuenta que en el pasado fue un enorme árbol blanco, de presuntas cualidades mágicas (nota: me recuerda al concepto del Árbol de la Vida de Gondor en el Seños de los Anillos si es que no me estoy equivocando de libro). Se presenta otra escena diferente, como un flashback mientras ella continúa con la historia: el árbol es blanco y precioso, como si nevara el mismo. Constantemente caen pequeños copos de nieve de su blanca copa y de su blanco tronco. De pronto, en el templo de una de las esquinas de la plaza entra un señor para dar un aviso oficial. El motivo geométrico del suelo es marrón claro y oscuro (nota: es algo que ya vi en otro momento, los colores son iguales a los de mi colegio pero no así las figuras geométricas que en el están dibujadas). Los hombres que están dentro están vestidos con indumentaria de fines del siglo pasado. El señor del comunicado dice: “Por ley, todo los musulmanes deben ser (y una palabra que no conozco pero interpreto como una lesión física permanente)”. La imagen se disuelve. Estoy nuevamente en el vehículo viendo el árbol que luce como quemado y triste a comparación de lo que fue en el pasado.

4/04/2008

miércoles, 2 de abril de 2008

Comúnmente sólo hay dos aspectos que puedo recuperar de los sueños. Uno es referido a la sensación final: Placentero ó Tortuoso. Mientras que el otro da cuenta de la calidad fílmica: Color ó Blanco y Negro / Sonoro ó Mudo. No me pregunten por que, pero ocasionalmente recuerdo el sueño completo (no me vengan con teorías psicoanalíticas) con el guión y todo.
Colores y sonido. Es una mañana muy luminosa y suena Ryuichi Sakamoto de fondo. Está mi jefe. Es raro, Sakamoto sólo suena en mi casa. ¿Estamos en mi casa? No. Estamos en la oficina de mi jefe. Es raro esto. ¿Desde cuando Sakamoto por acá? ¿Es alguna clase de mensaje? Instantáneamente deja de importarme esa duda. Estoy charlando con mi jefe, y a juzgar por la seriedad, de asuntos de trabajo. Sin preámbulos le digo “Te Amo Mariana” en perfecto y audible castellano. Yo (el que escribe) no se quien es Mariana, ni siquiera a quien podría estar simbolizando. Pero la frase es verdad, se lo siente con todo el cuerpo. Más allá de que la declaración no tiene absolutamente nada que ver con el contexto mi jefe hace caso omiso y no me pregunta ni un “¿Qué dijiste?”. ¿Por qué le tengo que confesar amores a mi jefe? Sigue hablándome como si nada hubiese pasado. ¿Lo habré dicho realmente? ¿Quizás lo dije y no le interesa a nadie? Que duda, por una mili–eternidad el sueño gira en torno a esa duda. Una vez más se me va de la cabeza instantáneamente. Parece que en los sueños las dudas no me acosan tanto como en la realidad.
Más música que sólo suena en mi casa, Thelonious Monk de fondo. ¿Estamos en casa? No. Me cago en Dios. ¿Por que tengo que chequear esto a cada instante? Me termina de contar su plan de trabajo y con total seriedad me pregunta si lo creo factible. A lo que respondo “Te Amo Mariana”. Me re–cago en Dios. Sin solución de continuidad estoy jugando al fútbol en la canchita de enfrente de mi casa, tengo diez años. Es otra calidad de imagen, como si hubiese otro director de fotografía. Colores saturados. Esto me indica que posiblemente es una historia paralela (alt+tab, windows only). Nada del otro mundo. Es más creo que estoy recordando un día que pasó de verdad. Sueño placenterísimo. Mucha luz. Meto un gol. Mi hermano mete otro mientras comía uvas de un racimo. Eso pasó de verdad. Si no fuese porque estamos rodeados de cerezos floreciendo (un ambiente sumamente japonés) juraría que estoy rememorando al pie de la letra un día ya vivido. Alt+tab, “Te Amo María”. Mi jefe para de hablar escandalizado y me pregunta: “¿Eso que tiene que ver?”. Lo mismo digo yo. ¿No era Mariana? ¿Y vos desde cuando me escuchás? Te lo dije sin querer dos veces en la cara y no me diste bola. ¿Ahora que lo digo porque quiero me escuchás? Suenan Los Piojos, una música más acorde a este lugar mugriento de trabajo. Estamos en casa. Me cago en Dios otra vez. ¿Por que estamos en casa? ¿Por que suenan Los Piojos? La inversión de la situación es un chiste obvio, hasta malo. Pero me sorprendió igual. Estoy enojado porque no lo vi venir. Recuerdo los días en que éramos felices con Mariana. Estamos al lado del río, la pasabamos muy bien. ¿Quien es Mariana? No se. Pero parece que la pasamos bien. Mi jefe me dice: “No recuerdo ni Marianas, ni Marías en tu vida”.* La concha de tu hermana. ¿Desde cuando conocés mi vida? Pero tiene razón. No Marianas, no Marías. Todo es placentero, se siente como una comedia de Woody Allen.
Alt+tab, tengo que dejar el fútbol y me tengo que cambiar para ir a la escuela. Creo adivinar que esta parte es muda porque no se si hacía falta el sonido. Alt+tab, éramos tan felices con Mariana. Y parece que había quedado con esa historia en la cabeza porque estaba condenado a decir “Te Amo Mariana”. Hasta que en un momento comencé a amar a Marías. Que fácil. Me veo en unos meses para adelante con María. Le veo la cara y concluyo que no la conozco todavía. Tampoco la conoce el que escribe. Con María también somos felices. Estamos boca arriba y tomados de la mano en una cama de dos plazas. Mucha felicidad. Luminosidad pura. De golpe, tengo la revelación de que el que actúa de mi jefe no es mi jefe de la realidad y repentinamente se terminó el sueño. Me doy cuenta que mi hermano y yo fuimos las únicas dos personas reales del sueño.
Una psicóloga a la izquierda por favor.


*En este punto, el sueño parece tener un error de guión, porque analizándolo despierto mi jefe nunca me ha escuchado decir “Te Amo Mariana”. Pero es tan factible como haber llenado mi pueblo natal de cerezos floreciendo.
Autor: FelizPorAhora
Segui a FelizPorAhora en Twitter: www.twitter.com/FelizPorAhora

Mi familia es un dibujo.

Estoy en la antigua cada de mi abuela. Estamos alistándonos para ir a un cumpleaños. Parece ser el cumpleaños de la hija de una amiga de mi tía. Agarró una bolsa gigante que tiene una tarjetita con su nombre. La bolsa está llena de globos y a un costado tiene atado otro paquete: el regalo en sí. Pregunto: ¿A quién se le ocurrió regalarle globos?”. Nadie me contesta pero pienso “Seguro que a Madre”. Después tomo otra bolsa igual a la primera que tiene nombre de varón. Pienso “¿Cumplirán los dos hermanos el mismo día?” (nota: la chica es hija única con alguna problemática a cuestas fruto de esa situación). Salgo al porche. Allí esperan otros niños y un hombre. Me doy cuenta de que soy una nena. Debo tener unos 10 años. De pronto todo cambia. Ya no somos personas de carne y hueso sino que la escena se desarrolla como si fuéramos dibujitos. Dibujos de una historieta que en lugar de contar una historia siguiendo la línea del tiempo, muestra en cada recuadro lo que sucede simultáneamente (nota: desde pequeña pensaba en ese porche como una especie de portal: dentro, estaba a salvo pero fuera de la casa en la noche abundaban toda clase de animales salvajes y monstruos). La imagen es la de una fiesta y cada recuadro refleja la cara de un grupo de invitados. Algunos contentos y disfrutando y otros rabiosos por la llegada de los nuevos invitados. Cada recuadro muestra las reacciones. Esa escena se disuelve y yo estoy en un shopping. Vuelvo a tener 23 años y me dirijo al cine. Aparece corriendo el personaje de una película: salió de la pantalla y ahora huye (nota: parece repetirse el concepto de portal). El personaje en cuestión pertenece a alguna película fantástica para niños y adolescentes. Se me aparece el titulo “Harry Potter” pero más como una semejanza que como el correcto. El personaje esta vestido en caqui como una especie de Indiana Jones y físicamente es igual a Michael de “Top Design”. De pronto, estoy en una especie de universidad antigua. Parece ser algún lugar de Inglaterra por el paisaje. La escena es una especie de cena de bienvenida. Soy un joven de unos 18 años y estoy sentado al lado de un profesor con cara seria. Es una leyenda por lo serio y difícil que es su curso. Se discute sobre eso en la mesa. El profesor me dice: “Toma mi biografía” y me da tres papeles con detalles en naranja y con papel plastificado que parecen publicidades. Solo uno tiene su fotografía: los otros dos tienen la fotografía de otro hombre y la de una mujer.
2/04/2008

martes, 1 de abril de 2008

Jet Set.

El concepto en mente es que estoy en Florecncia (Italia) pero dada la inexistencia de calles y de autos el lugar parece más Venecia. Camino por una calle (peatonal) y en una esquina me llama Florencia Peña que es como si fuera mi hermana. Doblamos ahí y nos sentamos en una plaza (plaza del estilo europeo: de adoquines). El lugar es muy similar a una plaza que tiene un cruceiro cerca de donde vivía en Cambados. Florencia Peña me cuenta que esta parece que la relación del medio con Griselda Siciliani está bastante áspera. Me comenta que le contaron que descubrió que su novio, Mario Pergolini, tenía una relación amorosa con De la Puente. Que los había descubierto juntos. Luego, dice que Griselda le dijo a De la Puente: “Un año más y a partir del siguiente vacaciones para siempre” y De la Puente le contesto: “Te equivocas, hay Suar para cien años más” (al principio, el personaje en cuestión es Mario Pergolini pero luego muta en Adrián Suar que si sale con Griselda Siciliani y el tercero en discordia pasa ahora a ser, en concepto, Maradona). Ahora Florencia Peña es Victoria Vanucci y me cuenta que, desde el momento en que lo había descubierto, nadie trababa relación con Siciliani pero que sí seguía con Suar. Se desarrolla una escena en la que Griselda Siciliani juega al fútbol pero nadie le pasa la pelota y corre sola. Le preguntó a Victoria Vanucci si la despidieron y me muestra un diario Clarín que tiene en la mano. Lo abro y veo la publicidad de “Patito Feo” y digo: “No, no la despidieron. Acá, en la publicidad figura” (nota: seguramente el sueño surge de una noticia que leí ayer: van a pasar “Patito Feo” en Italia).
1/04/2008