lunes, 7 de abril de 2008

Pero no me cuentes el final...

Estoy en un complejo de edificios que queda a un kilometro de mi casa. La zona es peor en el sueño de lo que en realidad es. Estoy en casa de alguien y por alguna extraña razón no aguanto más y tengo que salir. Digo que voy a dar una vuelta y que volveré en un rato. Salgo caminando y voy por la vereda del complejo. Son aproximadamente las 5 de la tarde. Paso por al lado de una mujer, a los metros ella se detiene y me pregunta si soy yo. Dice que ella es la madre de una ex compañera del colegio (Nota: efectivamente, una ex compañera vive en esos edificios pero la mujer no es su madre sino que tiene un aspecto diferente). Me dice que la acompañe. Entró a una casa y luego vuelvo a salir. Sigo caminando. El lugar está bastante descampado. Llego a una especie de kiosco/remisería que carece casi totalmente de amueblamiento. De pronto, soy Dexter. Estoy en una reunión de traficantes. Me he infiltrado para observar a mis próximas víctimas de más cerca. Es una reunión donde se decidirán responsabilidades importantes en el negocio ilícito. Varios me nominan a mí para ocupar un “cargo en ascenso” pero dicen otro nombre en lugar del mío. Debo haber inventado otra identidad. Sin embargo, uno de los últimos hombres me nomina a mi pero si pronuncia mi nombre: “Dexter”. Todos se miran desorientados y el hombre se excusa diciendo que como me conoce hace tiempo, quiso decir “el nombre de mi noviecita del secundario para que a mí me haga gracia”. Los demás parecen contentarse con esa explicación. A mí no me altera que me haya descubierto. La idea en mi cabeza es que es alguien que me conoce pero que no representa un problema para mí. Soy nuevamente yo. Salgo de ese lugar y veo que está cayendo la noche. Está oscureciendo y tengo que llegar a la casa de la que salí en primera instancia. Pienso en que voy a llegar tarde, que es peligroso. Que ya deben estar preocupados porque no regrese aún. Soy Dexter otra vez, me he mudado a la casa de Rita (que es la casa de la que había salido al principio del sueño). Las cosas no marchan muy bien. Me preocupa saber si ya se ha dado cuenta que soy un psicópata, que soy tan frío. Ahora soy Rita, llaman por teléfono de la empresa de cable y pregunta porque en los últimos días hemos mirado tanto un canal. Pienso que esto resolverá el misterio de la extraña conducta de Dexter. El canal en cuestión explica cómo hacer un tapiz. Se materializa la imagen de un tapiz sin terminar con los colores indicados bastante difuminados: tiene el dibujo de unos pavos reales y otras aves exóticas. Otra imagen de un tapiz pero este parece solo manchado, no reconozco un dibujo definido. Pienso: “Esto es más extraño de lo que pensaba”. Vuelvo a ser yo misma. Estoy en una habitación leyendo una revista de historietas. ¡La historieta es un capitulo de Dexter! Alguien me dice que ese es el último de la primera temporada. “No lo sabía”. Dejo de leer y pienso que lo disfrutare más si lo veo en la tele.
7/04/2008

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