Autor: elfaco.
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Un viaje de ida
Estoy en la antigua cada de mi abuela. Estamos alistándonos para ir a un cumpleaños. Parece ser el cumpleaños de la hija de una amiga de mi tía. Agarró una bolsa gigante que tiene una tarjetita con su nombre. La bolsa está llena de globos y a un costado tiene atado otro paquete: el regalo en sí. Pregunto: ¿A quién se le ocurrió regalarle globos?”. Nadie me contesta pero pienso “Seguro que a Madre”. Después tomo otra bolsa igual a la primera que tiene nombre de varón. Pienso “¿Cumplirán los dos hermanos el mismo día?” (nota: la chica es hija única con alguna problemática a cuestas fruto de esa situación). Salgo al porche. Allí esperan otros niños y un hombre. Me doy cuenta de que soy una nena. Debo tener unos 10 años. De pronto todo cambia. Ya no somos personas de carne y hueso sino que la escena se desarrolla como si fuéramos dibujitos. Dibujos de una historieta que en lugar de contar una historia siguiendo la línea del tiempo, muestra en cada recuadro lo que sucede simultáneamente (nota: desde pequeña pensaba en ese porche como una especie de portal: dentro, estaba a salvo pero fuera de la casa en la noche abundaban toda clase de animales salvajes y monstruos). La imagen es la de una fiesta y cada recuadro refleja la cara de un grupo de invitados. Algunos contentos y disfrutando y otros rabiosos por la llegada de los nuevos invitados. Cada recuadro muestra las reacciones. Esa escena se disuelve y yo estoy en un shopping. Vuelvo a tener 23 años y me dirijo al cine. Aparece corriendo el personaje de una película: salió de la pantalla y ahora huye (nota: parece repetirse el concepto de portal). El personaje en cuestión pertenece a alguna película fantástica para niños y adolescentes. Se me aparece el titulo “Harry Potter” pero más como una semejanza que como el correcto. El personaje esta vestido en caqui como una especie de Indiana Jones y físicamente es igual a Michael de “Top Design”. De pronto, estoy en una especie de universidad antigua. Parece ser algún lugar de Inglaterra por el paisaje. La escena es una especie de cena de bienvenida. Soy un joven de unos 18 años y estoy sentado al lado de un profesor con cara seria. Es una leyenda por lo serio y difícil que es su curso. Se discute sobre eso en la mesa. El profesor me dice: “Toma mi biografía” y me da tres papeles con detalles en naranja y con papel plastificado que parecen publicidades. Solo uno tiene su fotografía: los otros dos tienen la fotografía de otro hombre y la de una mujer.
Estoy en una playa con un grupo de gente que no puedo identificar. Estoy como de costumbre bajo la sombrilla pero con la particularidad de que es de noche. De pronto, algo se precipita desde el cielo. Como si fuera un meteorito o inclusive un Dragón. Me alarmo un poco pero no demasiado. El resto de la gente parece estar tranquila. De pronto, estoy en el jardín de una especie de mansión. Hay muchos adolescentes. Soy una especie de detective y estoy intentando averiguar que ocurrió. Parece que ha ocurrido un crimen pero no sé bien que pasó. Tal vez un secuestro. Ahora parezco parte del secuestro. Estoy caminando por una calle que conozco y que me parece un poco tenebrosa pero ya es de día. Llevó a alguien tomado del brazo. Intuyo que yo, ya no soy yo. Al otro lado de la persona que llevo a del brazo hay un chico. De repente, estoy caminando por Av. Corrientes. Es de noche otra vez y camino junto a un ex compañero del secundario (nota: el ex compañero en cuestión me detestaba). Le digo: “Yo creo que lo del horóscopo chino es cualquiera. El otro puede ser. Pero creer en el horóscopo chino es afirmar que al menos de la mitad de nuestra clase era rata de madera y decime que la mitad nos parecíamos. No, no nos parecíamos. Y tal vez, la otra mitad búfalo. Pero no nos parecíamos todos. No tiene sentido”. Y él me contestaba: “Es verdad. Yo veo que hay diferencia. Lo noto porque algunos son mucho más activos y yo soy más tranqui”.
Soy Dexter pero en lugar de matar a criminales mato niños. En realidad, solo soy como una especie de parte de Dexter que ve lo que él hace sin comprender sus acciones. Primero aterroriza a un niño pequeño. Luego ata a una adolescente. Todo es muy confuso pero intuyó que ha matado al niño. De pronto se revela el misterio y los niños resultan ser una especie de demonios de niños poseídos. No me queda claro si los mata o los tortura para exorcizarlos.
Estoy en una especie de cancha de tenis improvisada. Junto a mí en la tribuna esta una ex compañera del secundario. Estamos viendo cómo se desarrolla un partido de un mini-campeonato entre dos ex compañeras de la primaria. Una de ellas (la del sueño de los resúmenes de la facultad) debe abandonar el partido por lesión. Se acerca a donde estoy yo sentada al lado de Djokovic (número 3 del ranking de la ATP) y me dice que no podía seguir jugando porque tenía un tornillo en la rodilla. Temo lo peor pues me toca enfrentarme al día siguiente con la ganadora del partido (nota: la que resulta ganadora por abandono sabe jugar al tenis bastante bien. Yo no sé jugar al tenis, de hecho, jamás lo hice). Es el día siguiente y me avisan que la otra jugadora no se va a presentar porque se enfermo. Gano el torneo sin jugar un solo partido (nota: hace varios días recordé como Kuznetsova ganó un torneo jugando solo un partido dado que hasta en la final la otra jugadora no se presentó o abandono por lesión).
Tengo que entrar a un lugar. Estoy buscando algo. No, lo que busco es información pero tengo que ingresar a este lugar vigilado. Me vuelvo invisible. ¡Tengo poderes! Tengo que buscar documentos de este centro sobre la gente con poderes. Atravieso una pared. Conmigo esta Nikki Sanders: soy Peter Petrelli. El lugar es como un colegio para niños con poderes, especiales. Llegamos a donde hay un gran archivo. Ella recupera de la computadora su archivo y cuando yo estoy ingresando mi nombre (soy yo misma otra vez) entra un señor que reconozco como amigable y accidentalmente se abre la llave del extintor que lleva en la mano. Me mareo y empiezo a toser. Entran los guardias. No pude averiguar nada.
Estoy en mi habitación. Por alguna razón vivo cerca de la facultad, en el microcentro o algo así. Conmigo esta Ex-compañera del colegio que solía ser mi amiga y con la que ultimamente suelo soñar seguido. Intentó convencerla de que se quede a vivir en mi casa para que la facultad no le quede tan lejos (nota del autor: a diferencia del sueño, ella y yo no solo seguimos carreras diferentes si no que también vamos a facultades diferentes y que se encuentran lejos una de otra). Le digo: "Donde comen 2 comen 3", haciendo referencia a que puede mudarse conmigo y Padre (nota del autor: aparentemente, el deseo de que Desagradable se evapore del mundo o aunque sea de mi hogar está cumplido). Le pregunto que fotocopias hay que sacar y me muestra unas canciones de Edith Piaf. Pienso en que tengo que convencerla porque se que ella hace resúmenes y así sólo tendré que leer lo que ella resumió. Esa es la única razón por la que quiero que se quede.
Soy una especie de Harry Potter de segunda calidad, un adolescente de unos 16 años temeroso. Me estoy escondiendo en una casa porque alguien me acecha. De pronto, un señor irrumpe. Me tengo que defender. Agito eclecticamente la varita que esta en mi mano. No sucede nada. Estoy aterrorizado. Tengo una caracola en la mano izquierda pero no sucede nada cuando la poso sobre mi oído. Agito la varita una vez más pero no recuerdo ningún hechizo o palabra. Digo "Desmainus" pero nada sucede.
Se desarrolla una escena dentro de un departamento. Una mujer recibe a un hombre que parece no conocer o, al menos, no lo necesario como para que la visite sin ser invitado. El hombre empieza a decirle que él esta enamorado de ella desde que la vio. Ella reacciona con tranquilidad. Empiezan a conversar y se dan cuenta de que tienen muchas similitudes. Ella saca de una cajita una especie de memotest de seis piezas extremadamente complejas casi idénticas. Luego, toman Coca-Cola con leche, trago que es, casualmente, el favorito de ambos. La mujer resulta se peluquera. De pronto, aparece en la escena una tercera persona. Con la aparición de esta persona, la peluquera empieza a exponer un discurso bastante nazi. El nuevo invitado dice, de manera imprevista: "¿Vivís sola? Esta casa es muy grande para una sola persona". La escena se diluye y resulta en una película que yo estaba mirando. La acabo de pausar por alguna extraña razón y estoy decidiendo si la voy a seguir mirando. Saco el CD y es como si pudiera leer en la superficie parte de lo que sucedía luego. Veo que el invitado sorpresa se pone de pie y quita la cubierta del aire acondicionado (nota del autor: clara referencia a la serie Dexter). Esto deja ver una habitación contigua con un santuario dedicado al pretendiente que observa el lugar con cara de consternación. Toda clase de cosas relacionadas con él se acumulan. Pienso: "Se va a ir. No va a soportar algo así".
erminada búsqueda.
puedo y cuando logro girar a la derecha aparezco en una zona de quintas, en una ruta de tierra donde hay niños jugando de un modo siniestro. Ya se hizo de noche y hay poca iluminación. Cuando ya he pasado por el lugar donde los niños estaban jugando diviso la figura de un hombre en traje debajo del único farol que esta unos 50 metros antes de llegar a la primera edificación del lugar. Reconozco en el hombre una expresión perturbadora, como de un animal que acecha a su presa. Escucho a uno de los niños decir: "Esta de ahí no pasa". Pienso en mi nula habilidad para manejar la bicicleta. Pienso: "De esta no zafo".
La plaza del Ayuntamiento de Cambados (España) tiene una pequeña hoguera en el medio. Atravieso la plaza y cuando me voy acercando al centro veo una panda de pitufo cantando y moviéndose rítmicamente como en una especie de ritual. No me parece llamativo, sino bastante normal así que sigo camino. Me encuentro con 3 amigas del Instituto (Nota del autor: curse un año del secundario en ese lugar) y nos sentamos en la plaza a hablar. Veo que del otro lado de la calle, aquella en la que esta la entrada de la ría está una persona con la que quiero hablar. No puedo hacerlo: la persona no me ve y no sé porque razón no puedo cruzar la calle yo (Nota del autor: estar en Cambados y no poder hablar con esa persona es un sueño recurrente). Finalmente, la persona cruza la calle con un grupo de gente cuando pasa por al lado mío me ve y yo me quedó muda. Sigue de largo.
Estoy en una casa en España. No es un lugar que conozca pero parece ser la casa de un familiar de Madre. La mujer en cuestión me prepara el Cola Cao a mi y a un niño de unos 7 años que fisicamente luce igual que mi vecinito. Luego, enciendo la radio y sintonizo Tarde Negra. Intento convencer al niño de las bondades de escuchar a la Negra Vernaci. Luego, hablamos de música. Me pregunta el niño si fui a algún recital el año pasado. Le digo que, por ejemplo, fui al de Soda Stereo. Me dice: "Mola Soda Stereo" (Nota del autor: el día anterior, me habían preguntado si tenía algo de música nacional para escuchar. Saque un CD de Soda y me dijeron: "Pero algo de esta década").
El escenario es una especie de Cámara de los Lores pero la gente no lleva pelucas. Todos están votando lo que parece ser la autorización para una especie de guerra que va a traer riquezas per va a sacrificar muchas vidas. La votación está muy igualada y alguien dice que mi voto definirá el destino. Voto en contra de la guerra y un grupo de humanistas estalla de alegría. Escucho en mi cabeza la palabra "Altruista".
17/03/2008
playa. Me resulta bastante difícil porque la arena está toda cubierta de enorme castillos o esculturas variadas que realizaron los niños. Las fortalezas son extremadamente detallistas y resistentes al viento. Pienso: "los de la municipalidad le deben haber echado cal a la arena". Empiezo a pasar por encima de los castillos y los niños me miran con cara de pocos amigos. Finalmente, mi amiga aparece. Aparezco en Santiago de Compostela. Estoy con un grupo de amigos bajando una calle de pendiente pronunciada con la salvedad de que yo lo hago en un híbrido entre una silla de ruedas y un carrito de supermercado. Novia de Primo me muestra un libro y me dice que la casa donde se filmo El Orfanato (presumiblemente en Asturias), dicen, esta embrujada y que pasan cosas paranormales allí (Nota del autor: Primo y su familia vive allí hace 8 años). De pronto, Primo es acusado de asesinato y, para evitar que sea condenado, tengo que terminar de bajar No Country for Old Men del Ares para poder verla.
Veo un gondolieri, estoy en Venecia. Corro por las callejuelas. No se si estoy escapando de alguien o algo o sólo estoy apurada. De pronto, soy un pequeño pájaro y sobrevuelo el Sena. Tengo que resistir y llegar hasta la Torre Eiffel. De otro modo, voy a caer al río y morir (nota del autor: clara alusión a Edith Piaf: el gorrión de París). París se diluye y estoy en Taiwán donde el Pato Galván conduce un programa deportivo donde relata los partidos del domingo a la vez que muestran las tribunas. Me pregunto si les saldrá más barato hacerlo desde Taiwán o si el Pato Galván es una celebridad tan importante para imponer esta condición.
Bienvenidos a un viaje hacia el inconsciente. Aquí podrán leer los relatos de los más extraños sueños: aquellos repletos de imágenes bizarras, aquellos en que otra persona u animal ocupa nuestro lugar, los que sólo nos tienen como testigos de una escena siniestra